Conoce a 12 ¡Profesiones que ya no existen!

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Ígor

Con más de una década de experiencia en SEO y marketing digital, Igor Bernardo se especializa en estrategias de tráfico orgánico que brindan resultados reales, como mayor visibilidad, generación...

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05/07/2025

11 min de leitura

Hoy vamos a explorar un tema fascinante: Profesiones que ya no existen Debido al avance tecnológico.

Comprender las profesiones extintas no solo nos retrotrae al pasado, sino que también nos prepara para el futuro. Ofrecen pistas sobre los cambios en el mercado laboral, alertándonos sobre las ocupaciones actuales que podrían extinguirse. Esta reflexión es esencial para adaptarnos a las transformaciones venideras.

Profesiones que ya no existen

A partir de ahora, prepárense para un viaje a través del pasado profesional de la humanidad, donde descubriremos qué sucedió con algunas ocupaciones que alguna vez fueron esenciales. Es hora de recordar, reflexionar y comprender cómo el progreso moldea nuestro mundo. ¡Vamos!

Actores y actrices de radio

Desde la década de 1920 hasta mediados del siglo XX, los actores y actrices de radio fueron los protagonistas del entretenimiento en casa. Interpretaron personajes en dramas, comedias y noticieros, cautivando al público y transportándolo a mundos imaginarios. Sin embargo, con el auge de la televisión, la radio perdió su protagonismo.

La llegada del entretenimiento visual redujo la demanda de radio, lo que llevó a muchos profesionales a migrar a la televisión y el cine. El declive de la radio marcó el fin de la época dorada de estos artistas, impulsado por los cambios en los hábitos de consumo de medios y los avances tecnológicos. Así, los actores y actrices de radio vieron desaparecer gradualmente su profesión, dejando tras sí un legado de talento y nostalgia.

Curiosidad…

Durante la era de la radio, muchos programas, incluyendo dramas y comedias, se transmitían en vivo. Esto implicaba que los actores y actrices debían realizar sus actuaciones sin ensayos ni correcciones, lo que añadía una dosis extra de emoción y adrenalina a las transmisiones. Además, algunas producciones radiofónicas utilizaban efectos de sonido en vivo, como puertas abriéndose y cerrándose, para intensificar la inmersión del oyente en la historia.

Linterna de cine

Durante la época dorada del cine, desde principios del siglo XX hasta mediados del siglo XX, los acomodadores desempeñaron un papel crucial en las salas de proyección a oscuras. Con sus pequeñas linternas, guiaban a los espectadores hasta sus asientos, garantizando una experiencia fluida y ordenada. Era común ver a estos trabajadores en los pasillos oscuros, listos para ayudar a los espectadores a encontrar los asientos ideales para ver las películas.

Sin embargo, con el avance de la tecnología y la automatización de las salas de cine, la función del acomodador fue desapareciendo gradualmente. Los modernos sistemas de iluminación y señalización hicieron obsoleta su función, y la mayor seguridad en las salas redujo la necesidad de su presencia constante.

Repartidor de leche

Durante gran parte del siglo XX, los lecheros eran una presencia constante en las calles residenciales, llevando leche fresca directamente a las casas de los vecinos cada mañana. Equipados con sus coches refrigerados o bicicletas, estos trabajadores garantizaban el acceso diario a productos lácteos de calidad para las familias, desempeñando un papel vital en la nutrición y la salud de sus comunidades.

Con la industrialización de la producción láctea y la aparición de los supermercados, la profesión de repartidor de leche fue reemplazada gradualmente por métodos más eficientes de distribución masiva. Si bien en algunas comunidades rurales o nichos de mercado esta tradición aún persiste, en las zonas urbanas es raro ver repartidores de leche en las calles, convirtiéndose en un recuerdo nostálgico de una época pasada.

Copista

Antes de la popularización de la imprenta y la digitalización de documentos, los copistas desempeñaban un papel crucial en la reproducción manual de textos y documentos. Con habilidad y precisión, estos profesionales se dedicaban a copiar manuscritos, cartas y registros comerciales, garantizando la preservación y difusión de la información en la antigüedad.

Con el avance de la imprenta y la tecnología informática, la demanda de copistas disminuyó drásticamente. La aparición de las imprentas posibilitó la producción masiva de documentos de forma rápida y eficiente, mientras que la digitalización permitió el almacenamiento y el intercambio instantáneos de información. Por lo tanto, el copista fue una de las profesiones que dejó de existir, convirtiéndose en una reliquia del pasado, recordada solo en museos y obras literarias que celebraban tiempos pasados.

Mecanógrafo

Los mecanógrafos eran maestros de la máquina de escribir, escribiendo con destreza cartas, informes y documentos comerciales. Dotados de destreza manual y familiaridad con el teclado, estos profesionales desempeñaban un papel esencial en oficinas y negocios, garantizando la producción de documentos escritos con precisión y rapidez.

Con la proliferación de las computadoras personales y la aparición de los procesadores de texto, la necesidad de mecanógrafos fue sustituida por mecanógrafos expertos en teclados de computadora. La introducción de procesadores de texto y programas de edición de texto marcó el comienzo de la era de la mecanografía electrónica, dejando obsoleta la habilidad de escribir manualmente en máquinas de escribir.

Así, la profesión de mecanógrafo fue desapareciendo paulatinamente, dando paso a nuevas formas de producción de documentos y comunicación escrita. Su legado perdura como testimonio de la importancia de la tecnología en la evolución del trabajo administrativo y la transformación de los procesos de escritura a lo largo del tiempo.

Operador telefónico

Érase una vez, en lo más profundo de las centrales telefónicas, las operadoras de centralitas eran las verdaderas maestras de la comunicación. Con sus voces suaves y manos ágiles, conectaban corazones y negocios a través de una maraña de cables y circuitos. Cada llamada era una pequeña historia por desentrañar, una conexión humana entre los clics y zumbidos de las líneas telefónicas.

Con el avance de la tecnología, el papel de los operadores telefónicos se transformó. Los sistemas de conmutación automática marcaron el comienzo de una nueva era en la comunicación, donde las llamadas se enrutaban sin intervención humana. Aunque las centralitas manuales se han convertido en reliquias del pasado, el legado de los operadores telefónicos permanece como un grato recuerdo de una época en la que cada llamada era una historia compartida, entrelazando vidas y destinos en una red de conversaciones telefónicas.

Fabricante de lámparas

En medio de las calles oscuras y los callejones tenuemente iluminados, los faroleros eran los guardianes de la luz, asegurando que las ciudades permanecieran iluminadas por la noche. Con sus habilidades y conocimientos especializados, estos profesionales se encargaban del mantenimiento y la reparación de los sistemas de alumbrado público, brindando seguridad y comodidad a los ciudadanos que transitaban por calles oscuras.

Sin embargo, a medida que la iluminación eléctrica moderna se generalizó y los sistemas de iluminación se automatizaron, la demanda de farolas disminuyó gradualmente. Las antiguas farolas de gas y farolas dieron paso a las modernas lámparas eléctricas y sistemas de iluminación automáticos, convirtiendo las farolas en una rareza en los paisajes urbanos.

Curiosidad…

Dato curioso: En los inicios del alumbrado público, los faroleros no solo se encargaban del mantenimiento de las farolas, sino que también cumplían la importante función de "relojes humanos". Recorrían las calles de la ciudad, ajustando manualmente los relojes públicos para asegurar su sincronización, permitiendo a los ciudadanos saber la hora exacta, incluso de noche.

Vendedor de enciclopedias

Imbuidos de conocimiento y pasión por la educación, los vendedores de enciclopedias eran personajes cautivadores en sus comunidades, que visitaban las casas con un tesoro de conocimiento en la mano. En una época en la que internet era aún un sueño lejano, estos profesionales ofrecían a las familias la oportunidad de adquirir vastas colecciones de libros encuadernados, prometiendo una fuente de sabiduría accesible desde la comodidad de su hogar.

Con el auge de la era digital y el acceso instantáneo a la información en línea, la demanda de enciclopedias impresas y de vendedores ambulantes disminuyó rápidamente. Los motores de búsqueda y las enciclopedias digitales reemplazaron los voluminosos libros, ofreciendo información actualizada y completa con solo unos clics.

Así, los vendedores de enciclopedias vieron cómo su oficio se volvía cada vez más escaso, dejando un legado de dedicación a la difusión del conocimiento en una época en la que cada hogar tenía su propia biblioteca enciclopédica.

operadores de ascensores

En el pasado, los ascensoristas eran esenciales para garantizar viajes seguros y eficientes en grandes edificios. Con su presencia acogedora y su hábil control, garantizaban que los pasajeros llegaran a sus destinos sin incidentes.

Sin embargo, con el avance de la tecnología, los ascensores automáticos se generalizaron, lo que condujo al declive de la profesión de ascensorista. A pesar de ello, su legado persiste como parte de la historia de la evolución de los sistemas de transporte vertical, recordándonos una época en la que la asistencia humana era esencial para cada viaje en ascensor.

Archivista

Como custodios de registros y documentos, los archivistas desempeñaron un papel vital en la organización y preservación de la información en bibliotecas, empresas e instituciones gubernamentales. Con meticulosidad y experiencia, clasificaron, catalogaron y mantuvieron la integridad de los archivos físicos, garantizando un acceso eficiente y confiable a la información esencial.

Sin embargo, con la llegada de la tecnología digital y la digitalización de documentos, la necesidad de archivistas tradicionales ha disminuido considerablemente. Los sistemas electrónicos de almacenamiento y gestión de documentos se han generalizado, reemplazando los métodos de archivo manuales. Como resultado, la profesión de archivista ha experimentado un declive, aunque su legado perdura como recordatorio de la importancia de organizar y preservar la historia y la información.

Repartidor de telegramas

En el pasado, los mensajeros telegráficos eran mensajeros rápidos y fiables que entregaban mensajes importantes y urgentes a todo el mundo. En bicicleta o motocicleta, estos profesionales recorrían las calles, llevando noticias y comunicaciones cruciales a destinatarios ansiosos. Cada entrega representaba un eslabón vital en la cadena de comunicación, conectando personas y eventos en una red de información.

Sin embargo, con el avance de las telecomunicaciones y la aparición de tecnologías de comunicación más rápidas y eficientes, como el teléfono e Internet, el envío de telegramas quedó obsoleto.

Computadoras humanas

Las "computadoras humanas" eran profesionales altamente cualificados que realizaban cálculos complejos manualmente antes de la era de las computadoras electrónicas. Estos especialistas solían trabajar en campos como la astronomía, la ingeniería y las matemáticas, donde la precisión y la velocidad eran esenciales. Durante el siglo XX, realizaron cálculos complejos para proyectos como la construcción de cohetes y la creación de tablas astronómicas.

Con la llegada de las computadoras electrónicas, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, el término "computadora humana" se convirtió en una profesión que ya no existe. A medida que las computadoras electrónicas se volvieron capaces de realizar cálculos con mayor rapidez y precisión, la profesión quedó obsoleta.

¿Y qué profesiones corren el riesgo de dejar de existir?

A medida que nos adentramos en una era de constante innovación y automatización, varias profesiones que antaño fueron pilares de sus respectivas industrias se enfrentan a una creciente amenaza de extinción. El rápido ritmo del desarrollo tecnológico, sumado a la adopción generalizada de la inteligencia artificial y la automatización, está transformando rápidamente el panorama profesional.

Profesiones que hasta hace poco se consideraban seguras se enfrentan a un futuro incierto, ya que sus funciones pueden ser fácilmente replicadas o sustituidas por soluciones tecnológicas avanzadas.

A continuación una lista de aquellos que corren el riesgo de dejar de existir en el futuro:

  • Redactor y corrector de textos
  • analista de crédito
  • Cajero de supermercado
  • Controlador de la aplicación
  • Auxiliar de banco
  • corredor de bienes raíces
  • Mesero
  • Portero
  • Bibliotecario

Al despedirnos de estas profesiones que moldearon nuestra sociedad, es importante reconocer no solo su legado, sino también la necesidad de adaptarnos a un mundo en constante evolución. Al despedirnos de lo antiguo, damos paso a lo nuevo, abriendo paso a las nuevas oportunidades y desafíos que nos aguardan en el horizonte de la innovación tecnológica.

Sobre el autor

Igor Bernar

Ígor

Editor en jefe

Con más de una década de experiencia en SEO y marketing digital, Ígor Bernardo Se especializa en estrategias de tráfico orgánico enfocadas en resultados reales, como mayor visibilidad, generación de leads y ventas. Actualmente dirige el departamento de SEO en Geniuzz.

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